Grave daño ambiental en Xalapa en construcción del Nido del Halcón

  • Investigadora Beatriz Torres Beristaín hace llamado a las autoridades para frenar deterioro

Nicolás Cruz Hernández

Xalapa, Ver.- Un nuevo llamado realizó Beatriz Torres Beristaín, investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana (UV), a las autoridades estatales y municipales para cumplir con la agenda 2030 y no dejar dichos objetivos en discurso o en el escritorio.

La también integrante de los cuerpos académicos Riesgos Socio-ambientales, Vulnerabilidad Social y, Comunidad, Aprendizaje y Acción Colectiva, reiteró el grave daño ambiental que se está generando en Xalapa por la construcción de diversas obras, como es el Nido del halcón, agregó que en lo personal desconoce la manifestación de Impacto ambiental, del citado espacio deportivo, pero urge frenar dicho deterioro.

Consideró que por la magnitud de esta obra se requiere de un estudio de impacto ambiental y dar a conocer públicamente las medidas de remediación dado que se percibe un fuerte impacto en la citada área verde.

En entrevista dijo que el deterioro ambiental de la capital se ha venido manifestando de diversas maneras desde 2017 en las zonas de Arco Sur y Lomas Verdes dónde se han perdido vastas extensiones de arbolado que incluso ya habían sido recuperadas, para levantar edificaciones como el nuevo “Nido del Halcón”, que debe resarcir el daño ambiental causado.

Beatriz Torres Beristaín, investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales (CITRO) de la UV, criticó que a partir del 2021 y de forma más evidente en 2022 y 2023, ha sido invadida la única reserva que se mantenía en la zona entre Lomas Verdes y Zippor donde hicieron un tajo que parte dicha área verde para la construcción del recinto.

“Todo eso se ve que se va a perder y entonces hay una parte muy agresiva”, recriminó la académica, quien además dio a conocer que para meter la tubería al “Nido del Halcón” se desmontaron al menos 30 árboles grandes sin plan de remediación.

Alertó que particularmente esa área es de mucho cuidado, porque desmontar los árboles sin tomar en cuenta el impacto que ello trae consigo significa mucha erosión y los escurrimientos de agua pueden ser fatales.

“La parte hidráulica de todas esas zonas, es decir, por donde se desfoga el agua de las zonas urbanas y las zonas naturales, los ríos que existen y los nacimientos que nos han reportado, va a haber una mezcla de esas aguas residuales con esas aguas pluviales e incluso los nacimientos.

“¿Para dónde van a desfogar? se preguntó

Ahorita en épocas de lluvia sabemos que se nos está incrementando la cantidad de agua que va a llover en concentración por días. Entonces se ve un poco preocupante porque puede haber pequeños deslaves y ha quedado mucho suelo desnudo” dijo

Torres Beristaín, Alertó sobre la contaminación de los cuerpos de agua del lugar, además del riesgo de un desbordamiento, por lo que consideró que hay trabajo ciudadano con las autoridades e ingeniería que implementar en la zona.

Sostuvo que las obras no pueden verse como un beneficio inmediato sin tomar en cuenta la parte histórica o de perspectiva al futuro que conlleva y dejar de privilegiar únicamente el tema monetario. La académica, que también pertenece a La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA), insistió en la necesidad de resarcir los daños que trae consigo la construcción del recinto, como reforestación en espacios cercanos.

“Creo que la magnitud de esta obra merece conocer la manifestación de impacto ambiental y saber cuáles fueron las condicionantes que se le pusieron y cómo se va a resarcir el grave impacto porque se ve que hay un impacto muy fuerte en la zona verde, destacó.

Finalmente llamó a las autoridades xalapeñas y veracruzanas “a poner el ejemplo” en la buena gestión de los proyectos de obra pública para que la Agenda 2030 “no sea una letra muerta” en la parte ambiental.

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